Condiciones de las viviendas e infancia y adolescencia

Por EQUIPO AICTS / 12 de junio de 2023

Save The Children ha publicado un nuevo informe dedicado a las condiciones de habitabilidad, el estado de las viviendas, y la infancia y la adolescencia. Los resultados del mismo fueron recogidos por El País en el artículo "Crecer en una casa insalubre: 'La habitación era tan fría que tenía hongos, los niños enfermaron'", firmado por Ana Cristina Basantes. Los datos recogidos por Save The Children proceden de Eurostat y hacen referencia a 2020. El resultados muestra cómo, en el caso español, el 21,4% de los niños y adolescentes, viven y crecen en viviendas que cuentan "con un tejado con goteras, con paredes, suelos o cimientos con humedad o con podredumbre en los marcos de las ventanas o el suelo", mientras que para el conjunto de la Unión Europea desciende al 16,2%. Es una cifra muy elevada y, si tenemos en cuenta la comparación, España no sale muy bien parada.

Sin duda alguna, es una cuestión que no suele aparecer en los medios de comunicación y a la que no prestamos atención generalmente, pero es una realidad. Debemos partir de la base de que, estos indicadores, son una muestra de situaciones de riesgo de exclusión y vulnerabilidad que podrían calificarse se estructurales en nuestro país. Es decir, hay grupos sociales que se han quedado en este escenario desde hace décadas. Y, en el caso de la vivienda, la vulnerabilidad también está presente. Estamos muy acostumbrados a ver cómo han crecido nuestras ciudades, nuevos barrios con sus urbanizaciones y sus piscinas, pero dejamos atrás barrios enteros de clase trabajadora, que en su momento fueron los que acogieron al éxodo rural, y que han visto cómo han ido quedándose en situaciones de precariedad. Fueron barrios que asistieron a los sueños de ese éxodo rural, de la clase trabajadora, que trataba de convertirse en clases medias y que, en no pocas ocasiones, se pudo conseguir a través de sus hijos e hijas, nietos y nietas, que accedieron a la educación superior. Pasear por estos barrios es ver esos sueños, esos anhelos, que en ocasiones son minusvalorados y despreciados, y asistir a otros nuevos, los de otro éxodo, en este caso el de los inmigrantes que, en parte, se han instalado en estos barrios ya que en ellos están las viviendas más baratas. Además, no son pocas las que quedaron vacías a medida que esas clases sociales trabajadoras iban desplazándose a otras zonas. 

Nuestras ciudades también van sufriendo procesos de turistificación y gentrificación en sus cascos viejos, en sus centros, los cuales van quedándose cada vez más como un escaparate en el que no vivirán clases trabajadoras, que también estaban allí. Estos centros urbanos no se limitan a unas grandes ciudades que han expulsado a estos habitantes a otros barrios, muy alejados de dicho centro, pero buena parte de los cuales desempeñan su trabajo en el mismo, en un sector servicios no cualificado, sino que es un proceso que se da en ciudades medias y pequeñas también. Son barrios que en su día también sufrieron escenarios de precariedad y de viviendas en mal estado, pero que ahora asisten a modelos diferentes. Centros de las ciudades que están pensados para el turista, para el visitante y para las clases medias - altas y altas. 

El informe de Save The Children pone el acento en la situación de niños y adolescentes que viven en esos edificios, con graves carencias y dificultades. No es una novedad, como decíamos, y solo hay que darse un paseo por algunos barrios, y no hablamos de la marginalidad extrema, sino de barrios que están al lado de esos centros históricos. Edificios que se han visto deteriorados por el paso del tiempo, en el que sus vecinos no han podido afrontar las reparaciones. Edificios y viviendas que son las únicas opciones para una parte de nuestra sociedad que está sometida a situaciones de infraempleo, de precariedad, etc., no encuentran en el mercado de la vivienda, caro y sobredimensionado, otras opciones. En ese contexto, una vez más, niños y adolescentes vivirán y crecerán en situaciones de habitabilidad negativas, con importantes carencias. Y, una vez más, una realidad que no se ve.