La dramática situación de los cuidadores no profesionales 

Por EQUIPO AICTS / 06 de marzo de 2017


Cuando en diciembre de 2006 se aprobó la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia, conocida como "Ley de Dependencia", España se sitúo a la vanguardia de las medidas para atender a este colectivo, especialmente vulnerable. Una de las medidas más importantes de esta legislación era el reconocimiento a la labor desempeñada por los cuidadores y cuidadoras de las personas dependientes, personas que habían sacrificado su vida para atender a sus familiares. El hecho de darles de alta en la Seguridad Social suponía una salvaguarda de sus derechos y poder acceder a las prestaciones de jubilación. Estamos hablando de un colectivo invisible, formado en su gran mayoría por mujeres. Cuando llegó la crisis sistémica de 2008 y comenzaron a aplicarse las medidas de recortes y ajustes presupuestarios en las políticas públicas, la "Ley de Dependencia" fue una de las más afectadas, variando las situaciones en función de las Comunidades Autónomas.

En los últimos días se ha publicado la noticia que señala que el 94% de los cuidadores no profesionales no cotiza. El dato es demoledor y sobran los comentarios que se puedan añadir. La diferencia es abismal, si en diciembre de 2011 había más de 170.000 cuidadores no profesionales cotizando a la Seguridad Social, en la actualidad son menos de 10.000 los que se encuentran en esa situación y el descenso ha sido similar en todas las regiones. Los recortes presupuestarios han afectado directamente a la "Ley de Dependencia" y en 2012, los cuidadores no profesionales tuvieron que optar por mantenerse en el convenio especial suscrito por los cuidadores no profesionales. La gran mayoría, como hemos visto, no pudo afrontarlo y se dieron de baja. Sin duda alguna, las consecuencias de este hecho es una regresión al pasado, cuando de nuevo estas personas tienen que sacrificar sus vidas para cuidar a sus dependientes, que también han visto empeorar sus condiciones de vida debido a los recortes presupuestarios.

Y es que el colectivo de las personas dependientes, como indicábamos anteriormente, es uno de los que se encuentran en una situación más elevada de vulnerabilidad. Partiendo de la heterogeneidad de situaciones, los indicadores constantemente nos muestran sus dificultades y los recortes en las políticas públicas no hacen sino agravar su situación. A ello se suma lo que implica para sus familias que, gracias a la "Ley de Dependencia", habían logrado también ciertos reconocimientos y apoyos y ayudas. Sin duda alguna, nos encontramos con un escenario que tiene que ver con la vulneración de los derechos y con la desigualdad, un hecho que no hay que dejar de denunciar constantemente.