Nuevo inicio de curso escolar

Por EQUIPO AICTS / 12 de septiembre de 2022

Es un lugar común ineludible. Una de esas noticias que comienzan a aparecer ya a mediados de agosto. Es el inicio de curso escolar que, cada comienzo de septiembre, supone el retorno de millones de estudiantes a las aulas. E, igualmente, el comienzo de la rutina y de los ritmos habituales del mismo que se ven finalizados por los meses de julio y agosto. El inicio del curso escolar suele ocupar numerosas páginas de periódicos, webs, artículos, reportajes, etc. En general, se aborda la situación de las familias de cara al mismo y se hace hincapié en los costes escolares. También se incide en aspectos vinculados a las políticas educativas, aunque en menor medida. Y, en los últimos dos años, ha estado marcado por la pandemia del covid-19 y las medidas para abordarla. Precisamente, ya a finales de agosto se señalaba en los medios de comunicación que los comedores escolares, último reducto de las actuaciones contra el covid-19, recuperaban la normalidad. Aunque ahora, con todo lo ocurrido en estos dos años y medio, parezca muy lejano, no lo es tanto, ni mucho menos, que las medidas para abordar la pandemia y las dudas sobre la presencialidad, eran la norma. Afortunadamente, estamos en un escenario diferente en ese sentido.

Sin embargo, la incertidumbre sigue presente en relación al curso escolar y se presentan desafíos, nuevos y antiguos. De esta forma, El País titulaba su artículo sobre la cuestión de esta forma: "Inflación, las cicatrices de la pandemia y una nueva ley: el triple reto de la vuelta al cole". En relación a la pandemia de la covid-19, añadir a lo indicado anteriormente que, como bien indica el artículo de El País, no se contará con buena parte de los recursos que se pusieron en funcionamiento para abordar la situación derivada de covid-19, lo cual incide en unas peores condiciones de abordar el curso escolar. De esta forma, la nueva ley, la LOMLOE, implica también unos cambios en el sistema educativo para los que todavía no se han articulado recursos. En este sentido, toda nueva ley también supone transformaciones que se suman a la incertidumbre.

En donde se hace un mayor hincapié es en la cuestión de los costes de la vuelta al cole. Es un clásico, como decíamos también anteriormente, pero en este caso se suma la inflación de los últimos meses. De esta forma, el incremento de los precios en general vendría a suponer un encarecimiento de la vuelta a la escuela en costes indirectos, vinculados al material escolar, libros, etc., y luego incidiremos en las actividades extraescolares y refuerzos. Hay artículos que cifran el impacto de la misma, por ejemplo en Crónica Global se señalan estudios que sitúan el gasto de 300 a 500 euros, aunque es necesario tener en consideración la importante variabilidad que puede darse en las familias, tipos de centros e incluso territorios. Además, también tiene que contarse con el papel del propio sistema educativo a la hora de abordar las desigualdades. Sin embargo, no es menos cierto que las familias tendrán que asumir un coste mayor en esos gastos y que estas no están en igualdad de condiciones para abordarlo. Debemos recordar las tasas de pobreza infantil de nuestro país, las cuales señalan que 2,7 millones de niños y adolescentes viven en hogares con bajos ingresos. Y es que, hay acciones que toman las familias que no son una novedad sino que son similares a las de hace unas décadas, las que vivimos generaciones anteriores. Acciones que estaban ya presentes en colectivos vulnerables y que se van extendiendo a otras capas sociales. 

Y retornamos a un punto del que solemos escribir en este blog, es el que hace referencia a las desigualdades y a cómo se han ido articulando y ampliando en cuestiones relacionadas con la educación. Recordemos que, desde la crisis de 2008, el incremento del gasto de las familias en educación ha venido siendo una constante. Igualmente, diversos estudios muestran cómo las clases sociales altas y medias - altas han ido ampliando el mismo en cuestiones como las extraescolares y los refuerzos. Es un ámbito al que no llegan, ni mucho menos, todas las familias, aunque también existen programas como el PROA, entre otros, para acercar estos mecanismos al conjunto del alumnado, especialmente el que se encuentra en situación de vulnerabilidad. Pero, no cabe duda que hay muchas familias que han realizado esfuerzos para dar esos refuerzos a sus hijos y que, con el aumento de la inflación, lo van a tener más difícil. 

En definitiva, un comienzo de curso que viene marcado por las incertidumbres, por un escenario complejo en el que puede darse un aumento de las desigualdades. Corresponde a las políticas públicas poner los medios posibles para que aminorar estas consecuencias y evitarlas. Lo que pasa es que, en la actualidad, los factores externos al propio sistema educativo no van muy a su favor.