El difícil reto del sistema educativo y las desigualdades

Por EQUIPO AICTS / 21 de noviembre de 2022

Regresamos en el Blog de AICTS de nuevo a una de las temáticas en las que más nos centramos como es el ámbito de las desigualdades, y lo hacemos en el caso de la Educación, uno de los ámbitos más relevantes y sensibles tanto a las mismas como a su función en su reducción a través de políticas equitativas. El escenario sigue siendo complejo, especialmente con el impacto de las sucesivas crisis y cambios que se vienen produciendo en la sociedad. Y es que, el sistema educativo tiene la difícil función de abordar las mismas, y reducirlas, pero a la vez también se reproducen las desigualdades sociales ya que en el mismo se dan esas desigualdades, en ocasiones de forma directa y en otras, las más, de manera indirecta y sutil. No cabe duda de que el avance en la Educación es uno de los grandes logros que se ha producido en el mundo, aunque todavía las desigualdades siguen siendo evidentes y existen millones de niños y niñas, especialmente niñas, que no tienen garantizado el acceso a la misma o lo hacen en condiciones precarias. En nuestro caso, las sociedades occidentales, muchas de ellas evolucionadas bajo el paraguas del Estado de Bienestar y de las políticas públicas, damos por supuesto esa accesibilidad, universalidad y gratuidad en la mayor parte de los casos, ya que la Educación es un Derecho Social, uno de los más importantes porque numerosos factores ya señalados en otros artículos de este Blog.

Sin embargo, las desigualdades en Educación, manifiestas y latentes, atraviesan todo el sistema educativo y se deben a variables de diverso índole. El origen socioeconómico del alumnado y sus familias es, sin duda alguna, el más relevante, pero también aparecen la dimensión étnica, el valor de las familias otorgado a la Educación, el peso de las políticas públicas y la inversión en el sistema educativo, la localización de los centros educativos, etc. Estas variables, entre otras, impactan de manera directa e indirecta en la posibilidad de aprovechar los recursos y posibilidades que otorga el sistema educativo y es un hecho constatado que son las familias de clases medias y con mejor formación las que cuentan con más ventajas para ello. Las corrientes más críticas con la relación entre sistema educativo y desigualdades inciden en que la escuela legitima y reproduce estas desigualdades sociales, en contraposición a otras más estructurales como las funcionalista que ponían el foco en el capital humano y la igualdad de oportunidades. De esta forma, la crítica a la meritocracia, una ilusión para las primeras teorías, es precisa pero también olvida las posibilidades de la Educación y deja de lado no pocas casuísticas.

Nuevas noticias sobre este escenario se han producido en los últimos días, recogidas por el diario El País. Que la pandemia iba a tener un impacto negativo en las desigualdades en Educación y que iban a ser los grupos más vulnerables y en situación de exclusión social los más perjudicados no es una novedad. No había otra posibilidad cuando, debido a confinamientos y restricciones en los cursos 2019/20 y 2020/21 no había otra posibilidad. El acceso y el uso de las TIC y la pérdida de oportunidades que la escuela y el sistema educativo proporciona fueron algunas cuestiones que están en el primer orden de este escenario. De esta forma, y en un extenso artículo, se constata cómo ha afectado este proceso en algunos países y cómo se está dando en el aprendizaje, a través de retrasos y déficits que se acumulan. 

Otros dos artículos de elevado interés ponen el foco en los recursos y ayudas que proporciona el sistema educativo a las rentas más bajas y a los alumnos y familias en situación de desventaja social y educativa. Interesante es el artículo que recoge el hecho de que el 13,5% de las familias con rentas bajas no pide beca comedor porque desconoce los mecanismos para hacerlo, según un estudio de la ONG Educo. Este hecho es muy relevante por el papel que desempeñan estos servicios complementarios no solamente en el ámbito educativo sino también en el de la salud, social, inclusión, etc. El acceso a determinados recursos y medios no está mediado únicamente por las posibilidades sino también por la capacidad para saber llegar a ellos. Y, en este caso, se constata cómo hay numerosas barreras pero se da un desconocimiento de cuáles son los procedimientos para esa parte de esas familias. Por otro laldo, en Navarra se da el caso de que existe el mayor porcentaje de alumnos con necesidades educativas de todas las regiones españolas, un 30%. La explicación viene motivada por el impacto en esa cifra de los estudiantes con ayudas debido a las condiciones socioeconómica. Es una política en la que se tiene en cuenta este factor especialmente, lo que implica ese reconocimiento al papel de la escuela en esa función de equidad. 

Por lo tanto, las desigualdades en Educación seguirán siendo un elemento clave en su relación con las desigualdades en general y con la estructura social. En un contexto de cambio y crisis, en un escenario en el que las diferencias socioeconómicas tienen un impacto más importante en Educación, especialmente tras la crisis de 2008 y los cambios de paradigmas que se han producido, corresponde a los sistemas educativos ser más conscientes de esta situación y tratar de evitar procesos que generen más desigualdades.